Lengua y wé dospuntocero: ¿gracias?
Hoy en día sigue siendo impepinable recurrir a la palabra escrita para comunicarse masivamente en Internet. Sí, existen los podcast, videocast y demás familia pero todavía está comenzando la indexación de contenido idiomático en estos medios, así que si para Google (o quien sea) no existe, para el usuario medio tampoco (1).
Este uso del texto consigue para mí dos cosas:
- Mostrar el estado real de la lengua entre sus hablantes
- Modificar el uso del idioma
- El cuerpo del texto, artículo, post, noticia, X, cuidado en la medida de lo posible, habitualmente fruto por lo menos unos minutos de reflexión y redacción. Normalmente es un texto algo cuidado por, como me han dicho, vergüenza torera y que llega en ocasiones a un uso pedante de la palabra bien distante de la economía del lenguaje coloquial.
- Los comentarios a la parte anterior, lo que realmente es web-dospuntocero, debería apodarse también castellano-0,0. Por cada comentario sagaz, pensado, cuidado y revisado hay barbaridades a paletadas que alcanzan su culmen en el género Hoygan. Los comentarios son habitualmente el páramo de la sintaxis, la tundra de la ortografía, el desierto de la capacidad comunicativa.
- o bien mejoran por leer los textos cuidados, que cada día lo están más, y por imitación o competición terminan por recuperar un uso culto del idioma
- o bien dan la patada definitiva a las letras y comienzan a escribir con muñones en vez de manos dirigidos por una densa mezcla de puré de patatas y bilis en vez de materia gris.
Sería gracioso hacer un glosario con los vocablos resucitados y creados por estos puntocero.
Comienzo con algunos aquí mismo:
procrastinar
cancamusa
Nota 1: Gran parte de los accesos a webs son a través de buscadores; sólo unos pocos realmente recurrentes. Si alguien tiene cifras ejemplifiquen en cualquier sentido, por favor, que me las haga llegar.
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