Gente sin vida propia: cazaputas
En este primer capítulo de gente sin vida propia presentamos a una especie especialmente afincada en norte América y perteneciente a la familia Vigilantis Paranoicus: el cazaputas.
Este ser actúa bajo el influjo del miedo, el pavor a la invasión de su territorio, y por eso se agazapa esperando a sus presas, listo para prenderlas, despedazarlas y mostrar su hazaña a las otras alimañas que pretenden tomar su territorio.
Este es uno de los nidos del cazaputas y, estas, grabaciones de sus gestas.
Nota: ¿no se le habrá ocurrido que, moralina aparte, la mayor parte de los problemas sociales relacionados con la prostitución acabarían si fuese una actividad legal (no alegal ni ilegal), reconocida, sujeta a impuestos y con vigilancia sanitaria? Eso dejando aparte que, para una minoría, puede ser una profesión voluntaria. Realmente hasta ayudaría a erradicar la execrable trata de blancas. No es que sea un particular defensor de la prostitución, pero lo que es casi seguro es que el primero oficio del mundo sobrevivirá incluso hasta ser el último. Debe ser de las pocas cosas eficaces que se hicieron en la época de Paquito Paco.
Nota2: También existen ejemplares en la península ibérica, como éste ejemplar, híbrido con el mendicus fóbicus.
Nota 3: No escribo este post para aumentar mis visitantes, a pesar de que haber escrito la palabra "puta" en un texto anterior disparó el número de accesos. Por cierto, interesantes los resultados estadísticos de lecturas.
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