En una sentencia derivada de uno de los crímenes más tremebundos ocurridos durante las últimas décadas, el de las niñas del Alcasser, el juez da esta definición sublime de telebasura:
Y el próximo día, hablaremos del gobierno.
"el objeto, la mira, la cosa que se pretende conseguir son situaciones personales de combate, lucha y pelea, para alimentar las reacciones mentales moralmente insanas de la audiencia, con el consiguiente aumento de cuota de pantalla, y tales manifestaciones no es preciso que se animen, o se les de aliento o esfuerzo, para dar vigor directamente en el programa, pues con la selección del tema y personaje entrevistado, se efectúa ya una evaluación que puede ser prevista o entra dentro de las previsiones normales sobre la morbosidad del tema a tratar, conllevando necesariamente un gran aumento de audiencia, por lo que, con preguntas aparentemente que no hacen daño, se produce una contestación que es, precisamente, la que se busca, que no es otra que tirar el anzuelo para que dos personas que se han manifestado ya con anterioridad ciertamente agresivas con la palabra, reproduzcan o califiquen determinadas conductas de los médicos forenses, Fiscal, etc...., no pudiendo calificar así de aséptica, ni neutral, ni fría, la conducta del medio de comunicación en la difusión de unas manifestaciones que son las que previsible y necesariamente se van a verter en el sentido de decir con determinado objeto, y por lo común con fin siniestro".En base a esta sentencia se deberían empezar a meter multazos de campeonato a toda esa caterva de buitres que convierten la televisión española en una feria del morbo por el morbo.
Y el próximo día, hablaremos del gobierno.
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