2008/08/21

Pataleta "deportiva" en vela

Cuando he leído el titular "les dimos una paliza y se quejan" me he imaginado que, en las fechas que estamos, tenía que ser rollo olímpico y deportivo.

Efectivamente, el equipo español de vela reclama que deben ser los campeones porque el equipo danés ganó la medalla de oro con el barco de otro equipo porque rompieron el suyo más o menos haciendo el tonto según algunos periodistas deportivos.

Pero vamos a ver ¿es que no pasan mediciones todos los barcos de todos los equipos? Pues si ese trasto pasó para uno pasa para el otro. A ver si la medalla se la van a tener que dar al barco y son superfluos los humanoides que lo pilotan, porque en ese caso no sé a qué demonios van a las olimpiadas.

Venga, chavales, que habeis ganado la medalla de plata y no es precisamente el fin del mundo. A veces da un poco de vergüenza que le representen a uno con estas actitudes pueriles. Seguro que el dia que ganeis aprovechando cualquier circunstancia terminais invocando a Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita.

2008/08/07

De fuera, de toda la vida

Dice un antiguo amigo que la gente que más le gusta es la de fuera y yo estoy muy de acuerdo con esta afirmación.

Esta clasificación, "de fuera", abarca sin embargo más personas de las que pueda parecer en un principio ya que no sólo nos referimos quien lo es de hecho, sino también a quien se encuentra con disposición a serlo en algún momento; por ejemplo, estudiantes de idiomas extranjeros.

Nací en una ciudad del Camino de Santiago, un paso obligado para casi cualquier sitio, un cruce de caminos. Desde la niñez he oído que esta circunstancia hizo de la ciudad lo que es, que empujó su crecimiento y que, por la mezcla de tan diferentes gentes que allí confluyeron, se desarrolló una rica cultura. De alguna manera la forma en la que se suele relatar la Historia parece dar continuidad a un hecho que fue, a mi parecer, puntual; parece que se habla de una tierra que acoge bien al extraño, sin miramientos, y que busca el intercambio y sin embargo los pocos ejemplos que he visto de esta síntesis cultural se encuetran en los maravillosos ejemplos de arquitectura gótica existentes en el burgo. Fuera del medievo y decayendo el contacto comercial con Flandes se acabó la mínima confraternización en esa tierra contrarreformista, que se encargó de echar a patadas a cualquier otra religión de la península o tierra conquistada.

En mi infancia y adolescencia no reconozco haber asistido a mezcla cultural alguna; los extranjeros que conocí, ya pasados tres lustros, fueron anecdóticos y su repercusión en la cultura de la ciudad, prácticamente nula. De hecho siempre encontré ejemplos de las dificultades de los propios nativos para establecer relaciones fuera de su círculo más cercano. Es muy difícil penetrar esa coraza pero una vez dentro la relación puede ser muy duradera y de confianza, lo que no implica necesariamente que haya una gran cercanía personal. La forma en la que un castellano, por ejemplo, se comporta con un forastero peregrino compostelano no tiene absolutamente nada que ver con la forma en que tratará a la misma persona percibiéndola como inmigrante. No son imaginaciones, es mi dia a dia familiar. No hablo de desconocidos, hablo de mis paisanos con nombres y apellidos si fuere el caso.

La vida ha cambiado mucho en estos últimos diez años y ahora mismo hay millares de extranjeros llegados de todas partes en esa misma ciudad. Vivimos cerca, nos tratamos pero... ¿cuánto influimos cada uno en la forma de vida de los otros? ¿hay realmente un enriquecimiento cultural o símplemente más variedad de comida en los supermercados?
Yo no he apreciado, en los ambientes que vivía, caras nuevas o acciones diferentes, quitando la incorporación de las Caipirinhas al alcoholismo tradicional. Tampoco sé qué debería haber, pero desde luego esperaba algún signo distintivo, alguna señal.
En cambio sí he sentido durezas, hinchazones, reacciones del tipo "pero ¿por qué lo que venga de fuera tiene que ser mejor?" y "claro, allí atan a los perros con longanizas" que no diferencian conocer y aceptar lo diferente de sustituir lo propio por otra cosa. Éste tipo de reacciones sólo las he encontrado en quién nunca salió de su casa o, en casos puntuales, quien salió con ideas preconcebidas y echando pestes sobre el lugar de destino sin conocerlo en persona. Ah, y no hablo de turistas, $deity me libre.

Quien haya vivido en un lugar diferente (no únicamente distante) de donde se crió sabe lo que es sentirse de fuera. Quien ha vivido en un sitio donde la mayor parte de la gente no tiene raíces claras ahí mismo sabe lo acogedor que puede llegar a ser ese lugar. Es en estos puntos donde sí hay intercambio, donde se escucha y se aprende más. También son lugares donde al mismo tiempo se ignora a los demás porque sus peculiaridades no suponen diferencia alguna. Tal vez por ese motivo tanta gente se siente a gusto, pese a todo, en ciudades como Madriz o Londres y países como Brasil e incluso Estados Unidos. Tal vez por eso cada día me cuesta más saber de dónde soy, porque siendo de fuera eres de allí, de toda la vida.

2008/08/06

Mis referentes vegetarianos y yo carnívoro apasionado

En un blog he leído unas citas atribuídas a dos de mis referentes personales favoritos, Leonardo Da Vinci y Albert Einstein en las que se muestra el vegetarianismo de ambos personajes. Mientras intento confirmar este aspecto de su personalidad, me inquieta el que dos genios de este calibre a los que siempre he admirado profusamente estén tan opuestos a mis gustos, afianzadamente carnívoros.

"Llegará un tiempo en que los seres humanos se contentarán con una alimentación vegetal y se considerará la matanza de un animal como un crimen, igual que el asesinato de un ser humano. "

Verdaderamente el hombre es el rey de las bestias, pues su brutalidad sobrepasa la de aquellas. Vivimos por la muerte de otros: ¡Todos somos cementerios!

Leonardo Da Vinci

Yo soy un ferviente seguidor del Vegetarianismo por principio. Más que nada por razones morales y éticas, yo creo firmemente que un orden de vida vegetariano, simplemente por los efectos físicos, influirá sobre el temperamento del hombre de una manera tal que mejorará en mucho el destino de la humanidad.
Nada beneficiará tanto la salud humana e incrementará las posibilidades de supervivencia de la vida sobre la Tierra, como la evolución hacia una dieta vegetariana.
Albert Einstein